OPOSICIÓN AL CAMBIO DEL TREN
" TOMADURA DE PELO AL CIUDADANO DE CANTABRIA"
LA UNION (LU) denunció que el anunciado cambio de modelo de tren, efectuado por Renfe, en la línea ferroviaria de Cantabria a la Meseta y Madrid supone la “enésima tomadura de pelo y falta de respeto al ciudadano de Cantabria”.
Con la sustitución del modelo S-130, de Talgo, por el S-120, del fabricante CAF, “perdemos calidad, comodidad, y fiabilidad”, señaló Rafael Sebrango, Presidente de la formación regeneracionista.
Entre Fomento, Adif, y Renfe, “se maltrata a Cantabria, y el cambio de tren anunciado es un agravio a añadir al insulto del mal estado de la catenaria y de la vía en general”, lo cual es posible “contando con la pasividad enfermiza del Gobierno Regional de Cantabria”, afirmó.
El servicio prestado seguirá siendo Alvia, “pero el cambio de tren es una malísima noticia para Cantabria”.
El fabricado por Talgo, el S-130, en la nomenclatura de Renfe, “se adapta perfectamente” a la características de una línea como la de Cantabria, mientras que el S-120, fabricado por CAF, “son correctos para discurrir por una línea nueva de Ave, pero para nuestro caso, es de calidad de marcha sensiblemente inferior”.
En una línea ferroviaria “tan castigada”, como es la de Cantabria, con interminables curvas y raíles sometidos a frecuente deterioro, el S-120, “se desenvuelve claramente peor que el actual”.
Para una línea como la nuestra, “es previsible una gran pérdida de comodidad de los pasajeros, ya que este modelo se balancea demasiado”.
La razón está en que el tren fabricado por CAF es muy alto, 4,230 metros, con una base de los coches de viajeros muy elevada.
En cambio el actual S-130, fabricado por Talgo, es un tren muy bajo, con una altura máxima de 3,365 metros, lo cual implica que el centro de gravedad es muy bajo, se halla debajo del piso de cada coche.
Los efectos que esto tiene en una línea ferroviaria como la de Cantabria es “el agarre a la vía es mayor y menor el balanceo”.
Además, el actual modelo en servicio en Cantabria es pendular, lo que hace que el tren se incline hasta 4 grados en las curvas, lo que hace que el pasajero perciba menos la fuerza centrífuga, lo que le convierten “en un modelo adecuado para una línea como la nuestra, en vez del que nos quieren poner ahora”.
El cambio de trenes “es un importante paso atrás”, señalan desde LA UNION (LU), “es una tomadura de pelo, aunque con la eternización del arreglo de la catenaria, ya nos quedaba bien poco”.
El destino de los S-130 “que ahora nos quitan”, al tratarse de un material de “calidad superior al que nos traen”, es previsiblemente la Alta Velocidad entre Madrid y Valencia.
El cambio de trato es evidente, para Sebrango, “a Cantabria no se le arregla la vía, a Cantabria se le promete tener una catenaria para dentro de 2 años, y finalmente a Cantabria se le quita un buen tren para ponerle uno de segunda”.
Finalmente, desde LA UNION (LU), instan al Presidente del Gobierno de Cantabria a que “salga de su letargo, e impida este nuevo insulto a Cantabria”.
“Nuestro Gobierno se debe oponer al cambio, y ya que tenemos una línea ferroviaria del siglo XIX, que por lo menos no nos cambien el tren por un subalterno”.
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